La flor de perla, conocida por su perpetua buena fortuna, es una deliciosa adición a cualquier jardín o ramo. Después de su temporada de floración, estas plantas nos regalan hermosas bayas estacionales, agregando un toque del esplendor de la naturaleza a nuestras vidas.
¿Sabías? El nombre “perla” se origina en las palabras griegas “hyper” y “eiko”, que significan “arriba” e “imagen”. Este nombre es un guiño a la tradición de colgar cuadros o retratos en lugares altos.
La hierba de San Juan, que florece alrededor de la fiesta de San Juan Bautista a finales de junio, está llena de tradición. En la noche del 23 de junio, la gente tradicionalmente se reúne para protegerse de los espíritus malignos, alineándose con las celebraciones cristianas del nacimiento de Juan Bautista.
El término “woгt” en “ѕt. John’s Wort” es una antigua palabra inglesa para hierba o planta. Existe un folclore interesante sobre las perforaciones en sus hojas. Cuenta la leyenda que el Diablo, en un ataque de ira porque Dios había concedido una hierba tan beneficiosa para la humanidad, atravesó todas sus hojas.
El ojo de jade, también conocido como ámbar dulce, es otra maravilla de la naturaleza, llamado así por su aroma que recuerda al ámbar. Estas flores, impresionantes en ramos e ideales para ocasiones especiales como cumpleaños, son nativas del Mediterráneo, el norte de África y el Medio Oriente. Con una gran variedad de variedades y colores, se adaptan a cada celebración.
Durante más de cuatro siglos, el ojo de jade ha llegado a los cosméticos. El proceso implica triturar hojas, flores y frutas húmedas hasta obtener una pulpa, mezclarlas con aceite vegetal, secarlas al sol y fermentarlas durante semanas, creando productos como geles, aceites y aceites de baño. Estas plantas también tienen usos medicinales, para tratar cortes, contusiones y otras heridas.
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En su jardín, asegúrese de que las plantas de jade reciban abundante luz solar. En climas cálidos y húmedos, espaciarlos a 36 pulgadas permite una circulación de aire adecuada. Prefieren suelos bien drenados, así que plántelos en tales condiciones y cubra con una pulgada de abono para enriquecer el suelo y conservar la humedad.
Al plantar, riegue las plantas de jade para eliminar las bolsas de aire alrededor de las raíces. Durante los primeros tres meses, riéguelos semanalmente para estimular la floración, luego reduzca a una vez cada tres semanas. En primavera aplicar un fertilizante de uso general.
Para las bayas recién recogidas, retire el follaje que se sumergirá en agua para mantenerlas frescas. Cambie el agua cada pocos días y evite colocarlos en corrientes de aire frías o luz directa. Si se cuidan adecuadamente, los ojos de jade pueden permanecer vibrantes durante al menos dos semanas, lo que los convierte en una opción perfecta para cumpleaños y celebraciones.